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VALÈNCIA REÚNE A PROFESIONALES DEL DISEÑO Y LA SALUD EN EL FIDI 2022

La reflexión en torno al papel clave del diseño en la salud reunió en Feria València un panel de expertos de distintos ámbitos en el Foro Internacional de Diseño Interior #FIDI2022. El paleontólogo y doctor en Ciencias Biológicas Juan Luis Arsuaga, el médico psiquiatra Luis Rojas Marcos, la periodista e historiadora del arte Anatxu Zabalbeascoa, el arquitecto Juli Capella, la neurobióloga Mara Dierssen, Ana Lluch catedrática de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de València y la arquitecta Benedetta Tagliabue abordaron cómo mejorar la vida de las personas a través del diseño.

El encuentro, celebrado con el impulso de la Diputació de València y organizado por València Capital Mundial del Diseño 2022 y el Colegio de Diseñadores de Interior de la Comunidad Valenciana (CDICV), congregó a más de 700 asistentes a lo largo de los distintos actos de la jornada. El FIDI también contó con el apoyo de Hábitat ValenciaFeria Valencia y marcas como ActiuTeikaZumexRenfe o Fuente Primavera.

El espacio como terapia en el tratamiento de las enfermedades, tema central de la intervención de Luis Rojas Marcos

El doctor Rojas Marcos dio, en su conferencia inaugural, las claves para estar sano y ser feliz: esperanza, psicología positiva, tranquilidad, bienestar, descanso y equilibrio interno. «Asimismo, entre los factores para la salud y la felicidad se halla el medio, el contexto. El entorno tiene una gran influencia para las personas. La luminosidad, la luz, pero también la oscuridad es clave. El entorno nos modifica porque, como dice la filosofía, yo soy yo y mis circunstancias», puntualizó.

Este hecho toma especial relevancia en el caso del bienestar y la autoestima de los niños y niñas, y más aún cuando se encuentran en centros de salud. «Las habitaciones para niños y niñas en hospitales tienen que ser lo suficientemente grandes, para que al menos una persona que ellos elijan pueda convivir con ellos en un momento que puede ser traumático», explicó Rojas Marcos.

Junto al doctor, otros tres expertos referentes en diferentes campos compartieron sus visiones sobre la influencia del diseño en el bienestar en la primera mesa redonda del foro, moderada por la psicoanalista María Ortell. La neurobióloga Mara Dierssen, en su intervención titulada “El cerebro y el espacio construido”, habló de cómo el entorno nos moldea citando a referentes en nuevas disciplinas como la neuroarquitectura.

«La arquitectura, la luz y los ritmos circadianos tienen un impacto directo en nuestras emociones», afirmó, «e incluso lo que no vemos impacta en nuestra conducta». Dierseen también señaló la importancia de aplicar estos nuevos conocimientos a los hospitales, pues la iluminación circadiana —basada en el control de la luz para ayudar a la gestión de los ritmos circadianos— ha demostrado ayudar en pruebas realizadas en los descansos de personal sanitario y con personas enfermas. En la misma línea, la neurobióloga destacó los beneficios de los proyectos de interiores biofílicos y estéticamente bellos.

Ana Lluch, catedrática de medicina, hizo hincapié en la humanización hospitalaria bajo la premisa de que: «los pacientes y sus familias no tienen que sentir un hábitat diferente al ambiente de su casa. De hecho, la sala de espera debería llamarse sala de estar.» En relación a estos espacios en concreto, Lluch apuntó que: «el problema de la sala de espera en los hospitales reside en algo más profundo que en la simple estética y en aprovechar las bondades de la tecnología. En el diseño de estas estancias requieren de prestar atención a la información, la relación con el entorno, la acústica y el mobiliario. Importantes elementos para las necesidades de los enfermos.»

La doctora e investigadora en oncología repasó otros lugares clave de los centros sanitarios —la consulta, la sala de tratamientos, las habitaciones de pacientes de larga duración…— desde la perspectiva del diseño de interiores. “Se trata de tener una visión holística de la dimensión biomédica sin abandonar la dimensión humanista. Por ello, es necesario escuchar a pacientes y familias y hacerles partícipes de la creación o reforma de sus espacios.”

La arquitecta Benedetta Tagliabue afirmó que una buena arquitectura puede ofrecer sensaciones necesarias para los enfermos: «y no solo la del hospital, sino también la de su alrededor, siempre teniendo en mente la importancia de la presencia de espacios verdes en ellos». Tagliabue relató cómo los arquitectos trabajan a nivel intuitivo, con sus propias experiencias y sensaciones, para luego aplicarlas en sus creaciones. «Pensamos en cómo hacer que la persona se sienta mejor y cómo ello puede hacer que su salud mejore para impulsar los tratamientos.»

Un recorrido por la historia del hábitat humano de la mano del paleontólogo Juan Luis Arsuaga

En la segunda mesa redonda del foro se incidió en cómo los materiales han influido a través de los tiempos en la salud. Con una mirada retrospectiva, distintas voces reconocidas buscaron las claves y constantes del hábitat humano: la seguridad, la protección, la salud y la alimentación. Juan Luis Arsuaga fue uno de los nombres destacados en este coloquio junto a la periodista Anatxu Zabalbeascoa y el diseñador Juli Capella.

Arsuaga realizó un recorrido paleontológico en el que demostró cómo, desde las primeras especies de homínidos, la belleza y la estética han estado intrínsecamente relacionadas con nuestra condición de seres humanos. Para el prestigioso paleoantropólogo, «el diseño y la imagen son, en sí mismos, una declaración de principios, una forma de lenguaje. En este sentido, los humanos somos la única especie que detecta la belleza. Tenemos dos cerebros: el racional y el creativo.»

Para el director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos y uno de los mayores especialistas mundiales en su ámbito, «nuestros antepasados ya se adornaban a sí mismos, a su hábitat más inmediato y a su entorno para configurar un entorno habitable en el que la «función no impedía la estética». De hecho, recordó que «todo el planeta ha sido intervenido. E incluso esas regiones que, excepcionalmente, no lo han sido, también han sido intervenidas al haber sido respetadas.»

Es por todo ello que, de acuerdo con Arsuaga, tanto la intervención en los espacios que habitamos como en nosotros mismos es, siempre, una expresión simbólica, una herramienta social. «Todas las modas tienen un significado. Hay que deconstruirlas para saber qué hay detrás.»

Anatxu Zabalbeascoa habló de la condición de las casas como «nuestra mejor carta de presentación». Durante su intervención, la periodista y escritora que cree en la arquitectura y diseño «para vivir mejor y molestar menos», afirmó que «el espacio interior no ha evolucionado mucho desde el S. XV a la actualidad», pues la esencia sigue siendo la misma: la lumbre, la higiene y el descanso.

Fotos: @brava_es

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