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ENTREVISTA A MAURO FEDERICO EGEA, COMISARIO DE LOS PREMIOS CDICV 2019

Nos acercamos al ganador de los Premios CDICV 2018 y comisario de los Premios de este año, quien responde a nuestras preguntas

Como ganador de la pasada edición, eres el encargado de comisariar la exposición de los Premios CDICV con las 32 propuestas de este año. ¿Nos puedes adelantar el leitmotiv conductor o las líneas generales de la muestra?  Este año hay una importante participación, mucha gente se ha esforzado para presentar su propuesta al concurso. El diseño de la exposición habla de esto, de la relación entre el diseño y el valor humano. Y de como estas conexiones hacen posible cualquier proyecto.

Hace poco iniciaste tu carrera profesional, ¿en qué campo del diseño te sientes más cómodo? En general siento pasión por todo tipo de diseño, pero creo que aún me queda mucho por explorar, me gustaría tocar todas las vertientes posibles y así poder entenderlas.
Me encanta el diseño de interiores, pero siento una especial debilidad por el diseño industrial y la fotografía. Al final creo que no tenemos que quedarnos en un campo, mejor ir experimentando, buscando cosas nuevas, esto al final siempre hará que nuestro trabajo como diseñadores sea mejor.

¿Qué te ha supuesto ser el ganador de los Premios CDICV 2018 para tu actividad profesional? El mismo día que gané el concurso ya cambió algo, un montón de gente se acercó a hablar conmigo, se presentaron, me dieron su contacto… Te hacen un hueco, es como dar un golpe en la mesa y decir: Aquí estoy, puedo hacerlo.
Tener en el currículum que has sido el ganador de los premios CDICV2018 que otorga el Colegio de Diseñadores de Interior de la C.Valenciana, es muy importante, un sello de calidad. Y más con todo lo que está pasando ahora con el nombramiento de Valencia como capital mundial del diseño 2022.
Pienso que me ha abierto las puertas al mundo laboral, ahora trabajo en Francesc Rifé, uno de los estudios que siempre he admirado, y estoy seguro de que el haber sido ganador de la pasada edición me ha ayudado a conseguirlo.

En el mundo del interiorismo, no hay duda que la formación y la información son aspectos que siempre hay que tener en cuenta. ¿Tus recomendaciones para mantenerse actualizado profesionalmente?  La formación es un buen aliado, se trata del inicio de una carrera de fondo, te dan unas herramientas con las que trabajar, pero al final todo depende de ti mismo, de hasta donde quieres llegar. Es importante mantenerte informado, haber visto y leído mucho para tener un buen bagaje.
Un factor clave es la curiosidad, está claro que la educación es un buen aliado, pero después existe las ganas de aprender que tenga cada uno, no debemos acomodarnos en algo que ya sabemos que funciona, intentemos arriesgar un poco. De lo contrario caeremos en la tendencia fácil. Como diseñadores lo peor que nos puede pasar es que dejemos de cuestionar lo obvio.

Hay muchas maneras y singularidades a la hora de diseñar, ¿crees que existe un “Made in Valencia”? ¿Cuáles serían sus principales rasgos? Creo que el diseño que se hace aquí viene dado por la vinculación al mediterráneo y la artesanía. No podemos dejar de lado estos valores. Tenemos una buena tradición en la industria del mueble y un importante e innovador sector de materiales cerámicos. Y desde hace ya un tiempo estas empresas están apostando por el diseño, pero no es suficiente.
No debemos poner una barrera entre los que diseñamos y los que fabrican, la artesanía es fundamental para entender el diseño mediterráneo, creo que se debe de trabajar en equipo, mano a mano para realizar proyectos increíbles. El conocer la técnica nos permitirá realizar mejores propuestas.
Ahora en Valencia nos podemos encontrar una mezcla de varias corrientes. Tenemos desde el humor del diseño italiano, con sus propuestas arriesgadas y divertidas, hasta la elegancia y control de la escuela portuguesa. Aprovechemos todo lo que hemos aprendido de ellos para aplicarlo de forma local.
Tenemos que sentarnos y hablar, ¿Qué puede ofrecer el diseño valenciano a las personas? Debemos fijar un objetivo común y crear una base teórica fuerte. No se trata de que los diseñadores valencianos hagan un diseño “Hecho en Valencia” Se trata de que la sociedad valenciana sea consciente del valor del diseño, que desde empresas y particulares apuesten por un diseño con identidad propia.
¿Existe un diseño valenciano? Si, pero es necesario ofrecer algo más. Debemos llegar a las personas, invitarles a participar en los procesos creativos. El diseño es un lenguaje universal, hagamos para que todos lo entiendan.

¿Cuál es la corriente estilística que te ha marcado o que te define mejor? Esta pregunta es difícil. Cuando empecé en el mundo del diseño tenía un nuevo referente cada semana, no paraba de descubrir estilos nuevos, diseñadores especiales que habían marcado una época, era como ir tirando de un pequeño hilo de donde salían más y más corrientes muy interesantes. Un día podías levantarte amando a los maestros escandinavos y acostarte convencido de que los metabolistas eran lo más.
Es muy pronto para poner una etiqueta, y creo que todo sigue una evolución, ya veremos dentro de unos años que estoy haciendo. Está claro que ahora mismo me siento cómodo dentro del minimalismo, pero un buen proyecto, sea del estilo que sea, siempre es de admirar.
La arquitectura y el diseño de interiores ofrecen muchas posibilidades y ámbitos de aplicación, ¿por cuáles siente más preferencia?
Por las experiencias colaborativas, me encanta ver el resultado de proyectos participativos donde equipos multidisciplinares trabajan juntos. El resultado siempre sorprende.
Creo que el diseño y la arquitectura son complementarias, no se pueden entender una sin la otra, al igual que no se puede entender la obra de Mies sin las aportaciones de Lilly Reich. Y al igual que ocurre esto, creo que es importante abrirnos a otras disciplinas, nosotros de por sí no podemos conseguir nada sin la ayuda de ingenieros, artesanos o antropólogos. Nos estamos preocupando en acotar que espacio tiene cada uno, pero deberíamos ser conscientes que somos parte de un proceso y este se basa en la colaboración de diferentes ámbitos a favor de un resultado.

Sin juzgar a nadie, ¿cómo has visto el nivel de los finalistas del Premio CDICV 2019?
He visto bastantes ediciones, pero este año hay mucha calidad entre los participantes, cada vez vamos a más y es realmente emocionante. SI esto sigue así, ya pueden temblar los diseñadores actuales, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte.

Y ¿cuáles serían tus recomendaciones a todos ellos? Que nunca dejen de experimentar, que no tengan miedo a invertir el tiempo en proyectos personales, que disfruten de la libertad del momento. No hay que tener miedo, si creen en algo y realmente lo quieren, que apuesten por ello.

Cuéntanos en pocas palabras cuál sería tu cliente ideal. ¿Y tu proyecto con el que sueñas en estos momentos? Un proyecto en el que pudiera cuidar todos y cada uno de los detalles, que pudiera llegar a cada rincón y hacerlo de una forma cuidadosa. Llegar al punto que pueda decir que este proyecto transmite un buen mensaje y tiene una atmósfera especial, generar una experiencia única.

¿Qué esperas que ocurra en el año 2022, cuando Valencia sea la World Design City? Aún no somos conscientes de todo lo que significa, esto va a marcar un antes y un después. Nos han dado la oportunidad, de nosotros depende de convertirlo en algo histórico. Toda la sociedad debemos volcarnos y hacer fuerza para conseguirlo.
Espero que este ambiente que nos dejó el nombramiento no se desinfle, que desde el gobierno se realicen medidas que den visibilidad y fortalezcan al diseño, que juega un papel importante en todos los ámbitos, desde la economía hasta la educación. Por favor que no se nos suba a la cabeza a los diseñadores, que seamos conscientes de que somos parte de un proceso, que necesitamos a otros profesionales tanto como ellos nos necesitan a nosotros.
Que se creen nuevos concursos para jóvenes diseñadores y que se lleven a cabo las propuestas presentadas, sentirnos respaldados a la hora de hacer realidad un diseño. Todos estos proyectos frescos e innovadores pasarán a formar parte de la cultura colectiva y dará pie a nuevas manifestaciones y colaboraciones.
El hecho de que Valencia sea World Design Capital 2022 no sólo es fruto del esfuerzo de los diseñadores, es el resultado de una sociedad idónea para el desarrollo de la creatividad. Desde aquí me gustaría insistir en el hecho de que todos hemos formado parte en este nombramiento: los artesanos, el pequeño comercio, los vecinos y todo aquel que ha creído en el valor del diseño.
Ya se ha ubicado a Valencia en el panorama internacional del diseño, hagamos que se quede.